Productos procesados que sí son saludables: de las verduras congeladas a las legumbres de bote

¡La industria alimentaria es el mal! ¡Te engañan continuamente para impulsarte a comer sus productos insanos! ¡Nada que esté envasado es bueno para tu salud! ¡Solo comprando frescos puedes tener una buena dieta! ¡Si no lo puedes comprar en un mercado, no lo metas en la cesta! En los últimos años se han multiplicado los mensajes que, ya sea con buenas intenciones o con intereses más o menos velados –sí, tener más seguidores o que el algoritmo te favorezca por ser el azote de la industria es también un interés– nos hacen creer que la industria alimentaria es perversa por definición y que nada que haya pasado por una planta de procesado puede ser nutritivo y saludable. Y no es verdad.

No voy a ser yo la que defienda a la industria alimentaria en general. Al contrario: buena parte de ella se dedica a manipular paladaresgenerar confusión de la forma más retorcida para colocarnos productos insanos y que encima los compremos convencidos de que es una elección saludable, influyen en las políticas públicas buscando su beneficio –aunque nos cueste la salud– y generan ideas erróneas para colarnos auténticas inmundicias (aquí te hablé de las falacias de las que nos han convencido). A su lado, Norman Bates es un buenísimo hijo.

Pero me niego a dar información sin matices –”procesado igual a malo”– y a ofrecer un mensaje simple en el que se pierda todo el contexto como solución a un entorno complejo. Porque al final el perjudicado vas a ser tú, que con este panorama dicotómico puedes oscilar como un balancín entre dos ideas. La primera, creer que la única opción es ir a la compra cada dos días para tener solo alimentos frescos en casa; algo que te va a complicar la vida muchísimo a menos que vivas de las rentas y te sobre tiempo. La segunda, tirar la toalla ante la dificultad para hacer una buena compra y meter en el carro indistintamente –porque “total, da igual”– noodles instantáneos y ensalada de bolsa o cereales “de desayuno” pero también legumbres cocidas.

Por suerte, una parte de la industria alimentaria hace las cosas bien y pone a nuestra disposición productos que sí merecen la pena para nuestra salud y nuestro tiempo. Por supuesto también buscando un beneficio, no son hermanitas de la Caridad: se llama capitalismo. Pero nos abre una tercera vía: tener una despensa llena de buenos procesados que nos faciliten la vida y nos ayuden a comer bien preparando platazos en dos patadas. ¿Imposible? Pues no: vamos con una lista de buenos procesados que tienes que tener en tu cocina, en tu despensa y en tus oraciones porque son sanos, asequibles y te van a facilitar mucho, pero mucho, la vida.

Tres hurras por los congelados

¿Me estás diciendo que tienes un congelador en casa, que te está ocupando un sitio en una cocina en la que seguro que no te sobra espacio y lo tienes solo para cubitos de hielo porque piensas que los alimentos congelados han perdido sus nutrientes y saben fatal? Pues sacúdete esas ideas falsas, porque desde la recolección o el sacrificio al cocinado los valores nutricionales de los alimentos van cambiando, pero precisamente la congelación los mantiene muy, muy bien; y empieza a llenarlo.

¿De qué? De verduras. Verduras congeladas tal cual, en crudo y al natural (alcachofas, guisantes, judías verdes, las que sean).También tienes hortalizas preparadas como cebolla picada, por si coger un cuchillo hace que te salga urticaria. ¿Qué puedes hacer con ellas? Lo mismo que con las frescas. ¿Qué tal una ensalada de judías verdes, albaricoque y huevo? ¿O de judías verdes y dátiles?

Fuente: https://elpais.com/gastronomia/el-comidista/2024-05-08/productos-procesados-que-si-son-saludables-de-las-verduras-congeladas-a-las-legumbres-de-bote.html